¿Por qué es tan importante la gestión de riesgos en proyectos de infraestructura?
La construcción de un proyecto de infraestructura, sea carretera, un puente o un puerto es mucho más que amontonar materiales y seguir planos.
La infraestructura es la columna vertebral de cualquier sociedad. Un error en un proyecto de este tipo puede tener consecuencias devastadoras: desde retrasos y sobrecostos hasta problemas de seguridad y daños al medio ambiente.
La gestión de riesgos es un componente esencial en la planificación y ejecución de proyectos de infraestructura, por su complejidad y exposición a un coctel de variables que pueden cambiar en cualquier momento, es una herramienta vital para que los proyectos se desarrollen de manera eficiente y se cumplan los objetivos.
La identificación, evaluación y mitigación de estos riesgos son cruciales para asegurar que los proyectos se completen a tiempo, dentro del presupuesto planteado y con los estándares de calidad requeridos, la identificación temprana de estos riesgos permite a los gestores de proyectos desarrollar estrategias para abordarlos antes de que se conviertan en problemas mayores.
Los proyectos suelen involucrar tecnologías avanzadas y procesos complejos que requieren una gestión de riesgos más detallada.
Están también sujetos a fluctuaciones en los precios de los materiales de construcción, fallos en el diseño estructural e impactos en la fauna local.
La obtención de permisos y el cumplimiento de regulaciones locales e internacionales pueden ser fuentes de riesgo que deben ser cuidadosamente gestionadas.
Un proyecto puede tener un impacto significativo en el medio ambiente y las comunidades locales, lo que añade una capa adicional de riesgos que deben ser gestionados.
Implementar un modelo de gestión de riesgos que considere estas características específicas es crucial para el éxito de los proyectos de infraestructura.
Con la metodología de valoración de obligaciones contingentes es posible evaluar y gestionar los riesgos financieros asociados con posibles eventos futuros que podrían generar obligaciones para una entidad.
Desarrollar estrategias de mitigación, la creación de planes de contingencia o la contratación de seguros pueden cubrir posibles daños y es crucial monitorear continuamente los riesgos a lo largo del ciclo de vida del proyecto y ajustar las estrategias, según sea necesario.
Para construir un modelo de gestión de riesgos en proyectos, especialmente en infraestructura, es conveniente apoyarse en normas y estándares internacionales como la ISO 31000 que proporciona directrices para la gestión del riesgo, ISO 21500 que ofrece orientación sobre la gestión de proyectos y PMBOK (Project Management Body of Knowledge): Desarrollado por el PMI (Project Management Institute), que incluye prácticas y directrices para la gestión de riesgos en proyectos. Estas normas ayudan a establecer un marco sólido para identificar, evaluar y mitigar riesgos. Sin embargo, en proyectos de infraestructura, hay características específicas que hacen que el camino sea diferente.
La gestión eficaz de riesgos en proyectos de infraestructura ofrece numerosos beneficios porque mejora la calidad del proyecto y aumenta la confianza de los grupos de interés, mejorando la reputación de la organización y aumentar las oportunidades de obtener futuros contratos. Al adoptar un enfoque proactivo y sistemático para la gestión de riesgos, las organizaciones pueden minimizar las incertidumbres, controlar las operaciones, y maximizar las probabilidades de completar sus proyectos de manera exitosa.
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